Como no dar gracias a Dios, si esa gran señal de amor me mostró que no hay imposibles si nos ponemos en sus manos.
El Encuentro
“En el año 1989 nació mi hija Florencia, después de 3 años decidimos tener otro bebé, quedé embarazada pero después de 4 meses de gestación perdí el embarazo. Cuando empezaron hacerme estudios para ver cuál era el motivo de la perdida, descubrieron que tenía un fibroma de 40mm y el tejido del útero se hizo miohiperplásico, esto indica que la capa muscular de la matriz estaba aumentada de grosor. Debido a ese diagnóstico eran pocas las posibilidades de quedar embarazada, hice varias consultas con distintos especialistas y todos me decían lo mismo: sería casi imposible tener otro bebe.
De alguna manera, en mis fuerzas, seguía intentando, pero en marzo de 1999 fue otro embarazo perdido.
En las entradas y salidas del colegio de mi hija, conocí a Marta Canosa, ella era mamá de una compañerita de Florencia, comenzamos las charlas cotidianas de dos mamás , pero en esas conversaciones fue inevitable que no surgiera lo que para mí, era una imposibilidad y una tristeza en el alma, tener otro bebé. Marta me invitó a su casa, a un Grupo de Oración, en nuestro barrio, Banfield, fue en Agosto. Comencé a unirme en oración a la gente del GO, por varias motivos, pero Dios sabía lo que había en mi corazón más que nadie. En septiembre quedo embarazada nuevamente.
Todos los diagnósticos eran negativos, que no iba a llegar a término, que la placenta era previa y oclusiva, y que eso no se reviertìa, según mi médico. A todo esto, comenzaron las perdidas
Al tiempo, hubo un bautismo en el Centro Cristiano Nueva Vida, era un sábado, yo me quise bautizar y me bauticé aun con pérdidas. El lunes siguiente al bautismo me hicieron una ecograf’ia y la placenta estaba en el lugar correcto! el medico no lo podía creer. El problema del útero seguía, pero con cuidados llegue a término y nació Joaquín perfectamente bien!. Cuando termine con todos los controles después del parto desapareció el fibroma y mi útero estaba completamente sano.
Como no ser agradecida al Señor si esa gran señal de amor me mostró que no hay imposibles si nos ponemos en sus manos.
Hoy, 20 de junio, Joaquín cumple 14 años y es un hermoso hombrecito de Dios”
Por Luisa Bazyluck