“Entendí que Dios creó mi vida con un propósito y que con Él las cosas imposibles se hacen realidad”
Laura Silva
Estuve privada de mi libertad por un tiempo en la U33, no fue fácil en tiempo en la cárcel, pero encontré allí una familia que nunca me soltó, la familia del CCNV, y fue ahí cuando entendí que Dios creó mi vida con un propósito y que con Él las cosas imposibles se hacen realidad, me agarré de su mano, así mi vida entró en un nuevo tiempo, conocí el amor de Dios y entendí que con él había nuevas oportunidades.
Dentro de la unidad comencé a hacer almohadones para vender y sostenerme.
Aprendí a trabajar en cuero.
Hoy, ya en libertad, me proyecto hacia adelante.
Vivo junto a mi mamá, recorro las calles por la tarde-noche con un carro para juntar latas de metal y cartón, con ese dinero nos sustentamos y ahorro para comprarme las herramientas y materia prima para continuar con mi emprendimiento de cuero.
Un día, en una de esas recorridas, salí como siempre, con fe, un auto se detiene y abriendo la puerta me entrega dinero y dice: -para usted- me negué a aceptarlo, ya que yo estoy trabajando, le agradecí, pero insistió: -por favor agarrelo, se lo estamos dando de corazón-, con un poco de vergüenza lo acepte y le dije: -Que Dios los bendiga, esto es para mi mamá-
A los minutos un muchacho se acercó, y ¡otra vez me da dinero! y me dice: -esto es para vos-, cuando le agradezco y levanto mi cabeza ya no había nadie, yo creo que fue un ángel.
Dios no deja de sorprenderme… ese día volví con el carro lleno, bendecida y mimada por Él.
Dios existe y está con las personas que necesita, nunca te abandona.