EL REENCUENTRO
Ese lugar donde hay intimidad con Jesús, donde se quiebran las tensiones y se genera el avivamiento.
Simón Pedro, el primero que sale al encuentro de Jesús, necesitaba verlo, necesitaba ese reencuentro.
Simón Pedro, al único que le cambio el nombre, le dio un nombre nuevo.
Cambiante, en formación, sus constantes oscilaciones, impulsivo.
Jesús le pregunta “¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”
Pedro logra entender a Jesús.
La historia de su vida le pasó por la memoria: la playa, el llamamiento, el nombramiento como apóstol, ser de su circulo íntimo, el Getsemaní, cuando lo niega a su Señor.
Debemos aceptar su amor, su llamado y la misión.
Debemos dar a otros ese evangelio y ese amor.
Recibir al Espíritu Santo, el consolador, Él esta con nosotros.
Jesús te conoce y te llama, TE AMA