Isabel

RVNComo Cartas leídas

En  menos de un año, ver la manera de como Dios se glorificó en su vida nos llena el alma…
“Cuando encontramos a Isabel con sus once hijos  en la plaza Miserere, hacía 7 años que vivía en la calle,  consecuencia en parte por el maltrato de un marido abusador y golpeador. Isabel pensaba que la vida era eso.
Se acercó un día a nosotros para pedir oración por uno de sus hijos muy comprometido con el consumo de drogas, a partir de allí no dejamos de encontrarnos todos los sábados, era como un grupo de Oración allì en la plaza, al que se sumaron sus hijos y otras mujeres.
Orábamos para que se rebelara contra lo que la realidad le mostraba, porque no era lo que Dios quería para su vida. Ella era merecedora de derechos, la oracion especifica fue para que, a partir de su determinación, pueda dejar atrás los abusos, los maltratos, la miseria.
Al tiempo, José y yo nos casamos, cuando celebramos nuestro casamiento en el centro Cristiano Nueva Vida, la invitamos junto a sus hijos y  les impacto el amor con el fueron recibidos. Comenzaron congregarse con nosotros.
Durante el 2013 vivieron situaciones muy fuertes en los cuales estábamos juntos para enfrentarlos con oración y batalla . Micaela, de 15 años, tuvo su bebé en el hospital, pero al volver a vivir bajo la “Recova del Once”el bebe no resistió y murió, fue en el peor invierno.
Romina, otra hija de Isabel de 24 años, con tres hijitos de 1, 2, y 6 años no quería dejar la situación de calle, aun con sus hijos, porque decía que estaba mejor que en su casilla de Moreno, al lado del río, donde no tenía techo, y solo podía tomar el agua turbia que un vecino le vendía, si, le vendia!! Un día llegó gente del gobierno de la Ciudad a la estación, y ese día le quitaron los hijos.
Mas allá de todas estas situaciones, y quiza por esto mismo, jamás dejaron de venir a la Iglesia. Ofrendaban de su ganancia por lo que vendían, sean curitas, broches o alfajores.  El equipo de los que orábamos por ellas había crecido, ya eramos varios,  y los hermanos de Sopa de Letras, como siempre, presentes con alimentos y ropa para cubrir esas necesidades
En  menos de un año, ver la manera de como Dios se glorificó en sus vidas nos llena el alma. Ni Isabel ni sus hijos viven mas en la calle, no piden, ni venden, todos tienen documentos, no son mas NN, los chicos van al colegio ya desde el 2013, dos de sus  hijos varones quieren ser músicos del CCNV y también  jugadores de fútbol. Isabel  se unió a un hombre que la ama, la respeta, la cuida y  juntos realizan la tarea que nosotros realizamos con ellos: llegar hasta las familias que están en situación de abandono para ayudarlos y que puedan creer, que salir es posible, les gestionan tramites de documentación  y nos los presentan para que oremos por y junto a ellos.
A Romina, le devolvieron sus hijos porque comprobaron  que era una madre con garra y amor para cuidarlos , hoy vive en un hotel, tiene  heladera, cama para cada uno de los nenes y pudo comprarles la bicicleta  (era la meta por la cual  oraban en la espiga que  hacía mi hija Cata con ellos en la plaza)
Hoy, son parte de la familia del CCNV. Isabel, y sus hijas Romina y Adriana  ya se bautizaron.  Cada una de ellas, tienen planes, sueños, quieren estudiar y avanzar. Tienen además sus frutos: trajeron dos familias a la Iglesia, dan de lo que recibieron
Somos un equipo de 8 personas que realizamos evangelismo en Plaza Miserere, algunas de las cuales pisan esta plaza desde hace 7 años para inundarla de esta Fe, la combativa, la que concibe sueños grandes.
Podes ser parte, escribinos a go@ccnv.org.ar y sumate”

Por Dora Volpe