Hola pastor Guillermo: con ganas pero mucho nervios voy a escribirle mi testimonio…
Mi nombre es Víctor Hugo Robledo, me congrego en el CCNV Centro, estoy en espiga los jueves, mis lideres son Ernesto Leyes y Luis Leiva, mis ancianos son Leo Sosa y Esteban Leyes. Los sábados evangelizo en Retiro y hago un curso de acompañante terapéutico en CeNV (Centro de Estudios Nueva Vida).
Un día un “Jesús te ama” despertó mis ganas de cambiar y recuperar mi vida. A causa de las adicciones me desbarrancaba hacia el abismo y la muerte, un día dije: esto ya no tiene solución… Fue entonces cuando apareció alguien y me dijo: “Jesús te ama” y ese día mi vida empezó a cambiar.
Nació la esperanza y de a poco empecé a ir a la iglesia CCNV, (Centro Cristiano Nueva Vida) mi lugar en el mundo. Ahí encontré mucha gente q me quería ayudar fue tremendo como me acompañaban y se preocupaban por mi.
Había perdido mi familia mi trabajo y comencé a adelgazar y verme mal física y mentalmente pero lo peor era mi violencia y los intentos de suicidio que tuve.
Un día Dios actuó, de su mano tomé una decisión mas importante d mi vida. “A veces los hombres tenemos q tomar decisiones” –me dijo un líder, hoy anciano, Leo– y añadió “Si de algo estoy seguro es que Dios nos va a acompañar en las decisiones que tomemos”.
Me costó mucho tomar esta decisión, me drogué durante 12 años y vivía una vida de excesos, ni loco pensaba en cambiar.
Dios entró en mi vida como caballero, y cuando toqué fondo, el único que estaba esperándome con su amor y misericordia era Jesús. Ese día decidí dejar todo y seguir el camino de la verdad y la vida, haciendo la voluntad de Dios.
Hoy, soy feliz estoy estudiando y recuperé a mi hijo y encontré el sentido a la existencia, llené ese vacío que con nada podía llenar, ni con drogas, ni con otras creencias. Solo el amor de Jesús me hizo pleno.
Obvio que tengo situaciones pero aprendí a dejarlas en manos d Dios.
Hoy le pido una familia y se que me va a dar la mejor mujer, para ser y hacerla feliz… Por eso doy gracias por su gracia.
Y si hoy, alguien, que lee estas lineas esta pasando algo parecido, lo aliento a que tome una decisión “Jesús te ama y quiere cambiar tu vida como cambio la mía”.